La lectura y escritura conforma un elemento fundamental en nuestra cultura y crecimiento; no iba a ser menos en nuestro pueblo. Además de los escritores Jordi Villalobos y Ángel de Dios que se estrenan este año 2016 con sus primeros libros, son muchos los vecinos que manifiestan su gusto por la escritura, ya sea participando año tras año con el libro de las fiestas mediante sus textos, o dedicando su tiempo de ocio a esta valiosa afición.
Este apartado queda dedicado a todos esos vecinos que comparten sus reflexiones, poesías y textos con nosotros.
SERGI VILLALOBOS. MI OTRO HOGAR.
Por los vastos parajes de Castilla, un pequeño pueblo se cobija en la Cuenca, un pueblo cuya gente llena de vida y color, que enamora a cualquier curioso visitante, el frescor del arroyo, el abrazo de la brisa primaveral, el canto de los pinos de Abdón… Este pueblo es Olmedilla de Alarcón, un pueblo lleno de alegría e ilusión. Donde en verano es hogar de la fiesta y la buena vida, donde ir a misa es tradición, donde a los jóvenes nos gusta ir a la juerga y diversión, para relajar el alma, que la ciudad nos llena de tensión.
Todos conocemos los fuegos artificiales que inician las fiestas, que cautivan nuestros ojos con infinitas formas y bello color, no podemos tampoco olvidar a la reina de las fiestas, que ostenta un mandato anual, siempre protegida y respaldada por su corte real. A los mas aventureros siempre les apasiona el fragor de los toros en esas calurosas tardes de verano en Olmedilla, donde por desventura alguno sale con un golpe de vaquilla, también tenemos en gran cariño a los ancianos que en la petanca pasan la tarde o las mujeres, maestras del burro y la brisca en el que pierde el primero que se despista.
No pueden faltar tampoco las calderetas, en las que los grandes cocineros ponen toda su maestría y dedicación para que todo el pueblo pueda comer su ración. Pues este es un pequeño resumen de la grandeza de Olmedilla, por los que vamos año tras año, es nuestro pequeño lugar de encuentro, nuestro punto de reunión, por aquellos que no somos hermanos de sangre pero si de amistad y corazón. Y como conclusión gritaré nuestro pequeño cantico característico el cual oímos muchas veces en nuestras celebraciones lugareñas;
“¡Viva San Roque! ¡Viva! ¡Viva Olmedilla! ¡Viva!”
SERAPIO HERREROS. TORTILLA DE PATATAS SIN HUEVOS NI PATATAS
Características y curiosidades:
Durante la guerra civil, ya lo hemos dicho que la necesidad de aguzar el ingenio llevó entre otros muchos disparates a la invención de la sombrosa tortilla de patatas, sin huevos ni patatas.
La receta que con escasa frecuencia se administraban los albaceteños, fue recogida por el cocinero Ignacio Domenech. Cuando se terminaba de hacer se servía inmediatamente sin contar tonterías al que tenía que comérsela, con eso bastará para que acepte que es una magnifica tortilla de patatas sin nada más.
Ingredientes:
-Parte blanca de la piel de las naranjas.
-Agua.
-Aceite
-Cebolla picada
-Harina de trigo
-Bicarbonato de sosa.
-Pimienta molida.
Elaboración:
Se ponía en agua la parte blanca de la piel de las naranjas, unas tres horas hasta que perdía el sabor tan característico. Luego se escurría y se ponía a freír con un poco de cebolla picada.
El “huevo” se conseguía con harina de trigo, bicarbonato de sosa, algo de pimienta molida y agua.
Llegado el punto en que las patatas simuladas fritas y suaves, sólo nos falta añadir la composición: Huevo para formar la tortilla, bien dorada por ambos lados y servirla como hemos dicho antes de forma inmediata.
SERAPIO HERREROS. SE TODOS LOS CUENTOS.
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan solo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos.
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos.
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos.
Y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos.
Yo sé todos los cuentos.
Y por eso yo vivo del cuento.
AMPARO PÉREZ ESCUDERO. DE LAS COSAS DE MI PUEBLO.
De Olmedilla de cuyo nombre les voy a hablar, yo vine al mundo un 28 de julio del….Cuando ya hacía bastante calor. Este lugar es mi vida, mis recuerdos y mi pueblo, hoy casi sin gente, como tantos y tantos otros. Lo primero que recuerdo son los campos de trigo, cebada, centeno y avena espigados, los niños jugábamos mucho a correr dentro de los trigos e imaginábamos que estábamos entre las olas del mar cuando el viento movía los trigos, aunque muchos de nosotros no conocíamos el mar ya que no salíamos nunca del pueblo.
También recuerdo con cariño los pinillos que había enfrente de la rambla donde íbamos todos a pasar el jueves Lardero, que se celebra el jueves que empezaban carnavales. Nuestras madres nos hacían tortilla, chorizos y nos daban una botella con un poco de vino y gaseosa, nos íbamos todos, chicas y chicos al campo, y saltábamos a la comba, jugábamos al escondite, a las prendas… etc. Lo pasábamos muy bien.
Hoy la mayoría de esos pinos ya no está, los arrancaron para poner viñas, pero hoy ya no quedan casi viñas ya solo hay placas solares. Que por una parte beneficia al pueblo y por otra parte han quitado el verde, el amarillo y el ocre de esos campos tan bonitos que te daban la bienvenida y esa alegría de saber que ya habías vuelto a Olmedilla.
AMPARO PÉREZ ESCUDERO. CARTA A LA PRIMAVERA.
Oh! Bonita primavera tus campos y tus prados todos verdes y florecidos con los aromas frescos y perfumados.
De las flores del almendro con el frescor de la mañana paseando y respirando aire puro y limpio. Bella primavera con tus campos llenos de amapolas y margaritas, que suerte poder disfrutar de tanta belleza y tan hermoso cuanto de esos pajarillos y esperar tu puesta de sol tan hermosa.
En las noches se escuchan cantar las ranas y a los cucos, que bonito poder disfrutar de esas cosas tan lindas que tiene la naturaleza.
Si perdiera el arcoíris su belleza y las flores su perfume, no sería tan inmensa mi tristeza como aquello de quedarte sin tu amor y que el brillo de tus ojos no muera nunca jamás.
ÁNGEL DE DIOS RUBIO. COLORES DE OLMEDILLA.
Olmedilla es un desértico lienzo donde la naturaleza, con su paleta de increíbles colores, va dibujando el día a día, ante la sorpresa de nuestros incoloros ojos. Recién llegados, estalla en nuestras propias narices el verde esperanza de los pinos, almendros, nogueras y huertas supervivientes, moteando el paisaje de puntuales oasis; recuperan nuestra memoria cromática los olmos del paseo, los castaños de la fuente, los ejércitos de invasores girasoles alzados sobre una sola extremidad verde y esquelética y reaparece la verde libido senil sentada en el pretil de la fuente de la plaza, observando inquisitorialmente las bellezas femeninas visitantes.
El amarillo, ora huevo, ora albero, ora oro, nos excita los sentidos, disfrazado de rastrojos recién segados como parches remendando rotos del paisaje, de ciruelas a punto de estallar si los negros cuervos no lo impiden, de viandantes caminando en continua batalla con el colesterol, tocados de amarillentos sombrero paja, por caminos pedregosos y polvorientos, como el cabello rubio con que coronan su redonda cabeza.
Se nos llena la mirada de azul. Azul de un cielo luminoso como pocos, abierto y cegador en los meses estivales. Azul espectacular y reflectante de las placas solares, que alineadas de forma uniforme en sus modernos huertos, nos saludan desde la distancia. Azul marino y misterioso de las aguas del pantano, atrayentes y huidizas. Azul que más que verse se oye en las aguas del arroyo, en la pequeña cascada del presón, en la cantarina risa de la fuente de la plaza en el concierto silencioso de la fuente junto a la iglesia. Azul de ilusiones renovadas. Azul lleno de ancestrales nostalgias.
Y el rojo sangre de las amapolas o ababoles parásitos entre la siembra. El rojo y el azul del ayuntamiento de Olmedilla. El marrón de esta tierra, rodeada de agua, pero sedienta. El marrón de salir airoso de esta globalización que acabara por llevarse alguno de nuestros ideales. El gris de tardes de lluvia, de nubes de tormenta. El negro de ese cielo nocturno increíble, salpicado del blanco de miles de estrellas, de lluvias de estrellas fugaces, de inmaculada luna llena.
El negro de noches en vela, noches en blanco, noches de dolor y desconsuelo, de esas noches llenas de fantasmas autóctonos, noches en blanco y negro de estos pueblos de interior, apenas sin vida, apenas sin futuro.
Olmedilla cromática, policromada, multicolor, salpimentada de bombillas artísticas, de banderolas festivas que nos reciben de nuevo, un año mas, bajo los castaños, adonde acudimos a confesarnos y reencontrarnos. Y, aunque siempre nos reciben y saludas sonrosadas caras nuevas, recién abiertas a incipientes y expectantes vidas, también nos ensombrecen ausencias sentidas e irrecuperables, cada año incoloro, cada luminoso día, cada noche de estrellas fugaces… miramos al cielo, en la penumbra de una calurosa noche de verano, y somos capaces de poner nombre a cada una de estas piezas del puzle galáctico que, de pronto, se desvanecen e inician un camino sin retorno, el del olvido, aunque de nuevo vuelvan a iluminar de blanco hospital el azul infinito del cielo, cada nuevo anochecer…
AMPARO PEREZ. ESPAÑA CAMISA BLANCA DE MI ESPERANZA.
Reseca historia que nos abraza
Por acercarse solo a mirarla.
Paloma buscando cielos más estrellados.
Donde entendernos sin
Destrozarnos
Donde sentarnos y conversar.
España camisa blanca de mi esperanza
La negra pena nos amenaza
La pena deja plomo en las alas.
Quisiera poner el hombro y pongo palabras.
Que casi siempre acaban en nada
Cuando se entregan al ancho mar.
España camisa blanca de mi esperanza
A veces madre y siempre madrastra;
Navaja, barro, clavel, espada.
Nos haces siempre a tu imagen y semejanza
Lo bueno y malo que hay en tu estampa
De peregrina a ningún lugar.
España camisa blanca de mi esperanza
De fuera a adentro, dulce o amarga
De olor a incienso, de cal y caña.
Quien puso el desasosiego en nuestras entrañas
Nos hizo libres pero sin alas
Nos dejo el hambre y se llevo el pan
España camisa blanca de mi esperanza
Aquí me tienes nadie me manda
Quererte tanto me cuesta nada
Nos haces siempre a tu imagen y semejanza
Lo bueno y malo que hay en tu estampa
De peregrina a ningún lugar.
SERAPIO HERREROS HERREROS. CARTA DE UN MANCHEGO QUE NO SABE CON QUIEN SE CASÓ.
Estimados colegas.
No culpo a nadie de mi muerte, me quito la vida porque en los días más que viviera no sabría quien soy en este mar de lágrimas.
Verá señor juez; tuve la desgracia de casarme con una viuda que de haberlo sabido no me hubiese casado, porque esta tenía una hija y mi padre era viudo, para mayor desgracia, se enamoro de la hija de mi mujer; de manera que mi esposa era suegra de mi padre, y al mismo tiempo era mi yerno.
Al poco tiempo mi padre trajo al mundo un varón, que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer, es decir que yo era abuelo de mi hermano.
Al correr el tiempo mi mujer trajo al mundo un varón, y como era hermano de mi madre, era cuñado de mi padre y tio de su hijo, mi mujer era suegra de su propia hija, yo en cambio soy padre de mi madre, y mi padre y su mujer son mis hijos y además yo soy mi propio abuelo ya ve señor juez, me despido porque no sé quién soy.
FLORENCIO SOCUELLAMOS CARRETERO. PUEBLO DE OLMEDILLA DE ALARCÓN.
Mirar, admirar y volver a mirar, este pueblo tan bonito como es Olmedilla, andar pasear y volver a andar por esos paisajes tan bonitos como tiene la Olmedilla, os recuerdo algunos de ellos; paseo por el Presón para recrearse con ese fresquito que produce el agua de la cascada, por el Cerro de la Cruz donde se ve el pueblo entero, pasear por la Serrata para ver monte y el agua que cubre Gascas, no te cansaras de andar para ver esos paisajes que tiene este pueblo tan bonito, pueblo donde yo vine al mundo, y tengo tan buenos recuerdos de toda mi niñez y juventud, como cuando íbamos a la escuela del camino las casetas, o las escuelas del cerro, toda aquella chiquillería que nos juntábamos con aquella algarabía que formábamos los chavales y chavalas, por no ponerme pesado, no enumero mas recuerdos, que tengo muchos, espero que los mismos que los que estáis leyendo esto, os pido que no olvides esos recuerdos, ni dejéis de hablar ni admirar de este nuestro bonito pueblo como es la Olmedilla, por mi parte después de estas letras me despido de todos diciendo ¡Viva Olmedilla de Alarcón! ¡Viva su gente en general! Deseando que paséis Felices Fiestas de San Roque en armonía y paz un saludo de vuestro amigo.
AMPARO PÉREZ ESCUEDO. EL BAÑO DEL SOL.
El sol quería bañarse porque tenía calor, llevaba el calor por dentro, la luna se lo advirtió, pero el sol no hizo caso, ni siquiera la escucho, porque el calor que tenia le quitaba la razón.
Y hacia el caer de la tarde se tiro al mar y se ahogo. Al ver que el pobre se ahogaba el cielo se oscureció, las estrellas lloraban lagrimas de compasión, negro todo el mar se puso de tristeza que le dio, solo la luna en el cielo muy serena se quedo.
No os asustéis que notemos perdido al sol, mañana de mañanita saldrá por otro rincón más fresco que una lechuga con el baño que se dio. A la mañana siguiente sonriente salió el sol, el cielo se puso alegre y el mar de gozo bailo y las estrellas se reía del susto que les dio, y la luna contenta con su cuento se durmió.
SERAPIO HERREROS HERREROS. AL PUEBLO DE GASCAS Y SUS VECINOS.
En un pueblo de la Mancha
Gascas donde pasé mi infancia
Hasta el día que me fui.
Hoy después de muchos años
Vengo a hacerte una visita
Pensando que soy mayor
Y se me acorta la vida
¡Esto es una realidad!
El corazón se me ensancha
Que no me cabe en el pecho
Cuando piso tierra firme
En las cercanías de mi pueblo
Que es Gascas que no ha muerto.
Con esa gran alegría
Que recibes sin parar
En la noche en el día
Sin parar de saludar.
A miembros de mi familia
Y amigos que dejé
Cuando me marché del pueblo
Y que recuerdo, muy bien.
Aunque ocurren muchos casos
Que te hacen dudar un poco
Y te detienes perplejo
¿Será este, será el otro?
Porque cuando me marché
Hace ya setenta años
Éramos jóvenes y apuestos
Y hoy ya somos ancianos.
Clavos o con pelo blanco
Por el paso de los años
Pero sería peor
Si no pudiera contarlo.
Que se dé gran conformidad
Y te da gran fortaleza
Para soportar la vida
Que da la naturaleza.
Por eso la vida es larga
Aunque resulte muy corta
¡Parece que fue ayer
Cuando jugaba a la comba!
En las calles de mi pueblo
Que es Gascas, que no ha muerto.
Con mis amigos y amigas
Que hoy he vuelto a saludar
Y que alegría hemos llevado
Al volvernos a encontrar.
En estas fiestas del pueblo
Llenas de alegría y gozo
Que aunque vivamos muy lejos
Siempre acudimos todos.
A rogarle a nuestro Dios
Que es nuestro padre celestial
Y no habrá gasqueño
Que en su corazón no lo lleve ya
Y aunque es celestial
Y su capa es muy mayor
Nos tapas a todos muy bien
Con cariño y con amor.
AMPARO PÉREZ ESCUDERO. UN BONITO JARDÍN.
Un día paseando por el jardín, me aparté por un sendero, me fijé aquel día y por allí pasaban cerdos. Seguí aquel largo camino y vi cuajar las almendras en flor algunas más jóvenes, otras más viejas. Vi pinos muy altos, también sauces llorones, arropando sus lamentos y las piedras del camino demarcando el firmamento.
Es como la vida misma desde que naces, hasta ir envejeciendo. Allí nos encontraremos con nuestros propios recuerdos. Entre los arbustos, nobles, hay abetos, robles chaparros también.
Unos responden al nombre de José, Carlos, Pedro, Enrique, Jesús, Simón, Alejandro, Máximo, Pepe, y Pascasio.
Entre todo este brozal hay sabinas y algún que otro laurel, alcornoques, retamas… de todo tiene que haber. Hay tomillos muy perfumados, romeros en flor que huelen muy bien, mejora todo y sabe muy bien y gracias a eso mi pueblo huele muy bien. Por el camino de Gascas hasta el final hay un monolito de piedra donde cada año vamos a celebrar una fiesta para todos los que allí vivían, pues ahora Gascas, se encuentra en el fondo del embalse de Alarcón. Con sus aguas cristalinas los pescadores pescan barbos, carpas y algún otro lucio.
Las olas, unas vienen y otras van, y nosotros nos iremos y no volveremos más. A la orilla del embalse está Manuel porque se le ha caído allí el tintero, la pluma y el papel. Pues la alegría de la fiesta tiene que seguir igual, se compagina y se disfruta con todos en general y pasamos un buen día para no olvidarnos más nunca de aquellos que no están.
AMPARO PÉREZ ESCUERO. EL PERRO DEL HORTELANO.
Un día frio del invierno el perro del hortelano del pueblo, andaba buscando algo de comida. Llevaba tres días sin comer nada e iba de un sitio para otro sin encontrar nada que comer. Había estado en casa de un vecino pero eran tan pobres que no tenían ni siquiera para echarle un currusco de pan duro.
Luego lo intentó en la casa de un rico pero este señor, tenía dos perros ya, más grandes y más fuertes que él, así que había tenido que salir corriendo a toda prisa. Estaba ya desesperado, cuando a lo lejos vio una granja. Se acercó y cuando pasó delante del establo, un caballo que lo vio le saludó amablemente:
-¡Hola perro! ¿Qué tal?
-Hola- contestó el perro- ¿Tiene algo de comer?
-Si muchas cosas, entra y come lo que quieras- contestó el caballo
El perro entró en el establo y empezó a buscar comida pero no encontró nada, y dijo:
-¡Aquí no hay nada para comer!- dijo enfadado- solo hay paja y hierba.
-Bueno perro, es que eso es lo que nosotros comemos- contestaron las dos vacas y el caballo que estaban en el establo.
-Pues yo no como hierba ni paja- contestó ladrando el perro. Entonces subió al pesebre, que era donde estaba la paja y la hierba se echó dormir encima.
Después de un rato las vacas y el caballo se acercaron a comer, entonces el perro les gruñó y enseñó los dientes, no les dejó acercarse a él.
-Queremos comer algo- dijo el caballo.
-Pues si yo no puedo comer tampoco dejaré que comáis vosotros- dijo el perro.
Moraleja: No seas como el perro del hortelano, tan egoísta que no deja comer a los demás lo que no le sirve a él para nada. Es decir, que era un egoísta aquel perro tan desdichado y sin suerte.
AMPARO PÉREZ ESCUDERO. LA FEA DEL PUEBLO.
Hola amigos les voy a contar un cuento:
Había en un pueblo una chica muy fea, tan fea que todos los niños se burlaban mucho de ella.
Un día decidió irse a vivir sola, para que ni aquellos niños ni nadie se riesen más de ella, y dijo que por ahí haría amigos y también fortuna. Caminó mucho pero la ciudad estaba muy lejos. Vio un bosque y se metió a descansar un rato para que no la viera nadie. De pronto dijo: “Ahora tan lejos, sola y de noche me comerán los lobos, tendré frío y mucho miedo”.
A continuación dijo. “Echaré lumbre, los lobos se asustarán y no me comerán”, y sin más eso mismo hizo, echó lumbre y se calentó, y al haber caminado tanto, cayó rendida de cansancio junto al tronco y quedó dormida al instante. Por la mañana cuando despertó se había convertido en una linda muchacha y el árbol ya no estaba.
A su lado encontró muchas monedas de oro y plata, y corrió y corrió al pueblo otra vez a contárselo a aquellos muchachos tan malos lo que esa noche le había sucedido.
Todos estaban muy arrepentidos de haberse burlado de aquella fea muchacha.
AMPARO PÉREZ ESCUEDERO. EL SOL Y LAS ESTRELLAS.
Miles de estrellas que brillan en el cielo parece como si cada una de estas luces me dijeran: “No estás sola”. El sol está también conmigo, en las mañanas y en el atardecer es divino de ver.
Por detrás de las montañas de mi pueblo cuando transpone el sol es precioso de ver, cuando yo era joven nos gustaba a mis amigos y a mí ir a la montaña a ver como se ponía el sol y pedíamos un deseo, que pudiéramos tener un poco más de ropa, comida que casi no teníamos, eso le pedíamos a la puesta del sol desde el mes de Mayo.
En las noches tranquilas también nos gustaba contemplar el cielo, las estrellas y la luna que brillaban intensamente en el universo. El sol calienta las laderas, donde hay muchos campos de cebada, trigo, centeno, avena y girasoles que cuando el sol sale ellos se giran buscando sus rayos de luz.
En mi pueblo también hay muchos árboles que dan mucha sombra sobre todo en nuestro magnifico “paseo” donde pasar las tardes paseando es precioso. En los días que veníamos cansados del campo de regar la huerta nos gustaba sentarnos y descansar antes de llegar a casa.
Todo se hace mejor con unos años menos y además en buena compañía y el sol, la luna y las estrellas seguirán brillando, pero brillarán mas si tenemos cerca a nuestros familiares y amigos todos unidos para poder disfrutar de todo esto aun mas.
FLORENCIO SOCUELLAMOS CARRETERO. A TODOS MIS PAISANOS.
Allá por los años 60, cuando tuve que dejar Olmedilla como muchos Olmedillanos, a buscar un mejor porvenir que en el pueblo, no veía, igual que mucho Olmedillanos. Me fui con mucha nostalgia y añoranza y no volví con mucha frecuencia por que la economía que tenía no me dejaba volver. Después llegó la crisis de los 70 y tuve que volver, no se si fue mejor o peor antes de los 80 me fui otra vez a buscar trabajo porque aquí no había nada de trabajo, y por circunstancias de la vida no pude volver y tenía mis recuerdos. Por cierto muy buenos de este mi pueblo, con los años pude volver de vez en cuando, y me llena de felicidad, ver lo bonito que está este pueblo tan maravilloso, que es la Olmedilla, y la buena gente que hay en este maravilloso pueblo, que es donde nací, y esa alegría que hay y veo, cuando vuelvo me llena de satisfacción y orgullo, todo lo que han hecho la gente que por circunstancias se tuvo que quedar en este maravilloso pueblo que es la Olmedilla.
Gracias a todos, creo que las gracias las doy en nombre de todos los que tuvimos que marchar. Os deseo felices fiestas 2016 ¡Viva San Roque! Y todos los Olmedillanos y Olmedillanas de parte de este vuestro convecino y amigos.
SERAPIO HERREROS. SE TODOS LOS CUENTOS.
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan solo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos.
Que los gritos de angustia del hombre
Los ahogan los cuentos.
Que el llanto del hombre lo taponan
En cuentos.
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos.
Y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos.
Yo sé todos los cuentos. Y es por eso yo vivo del cuento.
AMPARO PEREZ ESCUDERO. EL VERANO DE 2015.
Este verano del 2015 he disfrutado mucho de la piscina y la gimnasia y del agua que es salud; con los monitores y amigas, pero de lo que más he disfrutado ha sido de los toros, me lo pasó de maravilla cuando llega el día que las sueltan por las calles. Yo cojo mi silla, y con mis años me subo al remolque de la plaza y desde allí lo veo todo muy bien. Sin importarme nada, ni que los chicos me mojen con agua o zurra como suelen hacer Jaime, Javi, Raúl, Tillo… Yo siempre quedo mojada como un pollo, no respetan los años que tengo, pero lo paso muy bien.
Luego comemos paella, carne y el último día churros y chocolate; vamos, que no me pierdo nada. Por lo que este año lucharé con todas mis fuerzas, es porque mi hijo esté bien y pueda hacer lo mismo; quiero agradecer a todas las personas que me han dado su apoyo en estos días tan malos que hemos pasado, también yo estoy dispuesta a todos vosotros y os doy las gracias y gracias a todos de corazón y a ver si dios quieres y mi hijo queda bien.
TEXTOS DE LOS NIÑOS DE LA ESCUELA DE VERANO SOBRE DON QUIJOTE DE LA MANCHA Y CERVANTES
IVAN PARRA.
Cervantes era un hombre español que escribió una famosa novela titulada “Don Quijote de la Mancha”. Consiste en un hombre que se cree un caballero. Don Quijote vendió una de sus tierras para comprarse libros, y luego a sus amigos le quemaron los libros porque estaba loco. Y llamo a su vecino y se fueron a vivir aventuras.
SARA NAVARRO.
Cervantes fue un importante escritor en la literatura, escribió un libro muy famoso llamado Don Quijote de la Mancha, su primer tomo se hizo en la ilustración, su segundo tomo en el barroco, aunque se considera del siglo de oro.
El libro trato de un señor, que le gustaba leer novelas de caballería, vendía sus tierras para comprar más libros, que le parecían mas reales que su propio mundo y decidió hacerse caballero andante, decidió que necesitaba un nombre y decidió llamarse Don Quijote de la Mancha, se armo, subió en su caballo
ROCIO GARCÍA.
Cervantes era un hombre muy especial y escribió un libro muy famoso que se llama “Don Quijote de la Mancha”, trata de que Don Quijote quería ser un caballero andante y leía muchos libros de caballería. Sus amigos le quemaron los libros que tenía porque se volvió loco y se fue a vivir una aventura con su amigo Sancho Panza. Qué pena que murió porque era un escritor muy bueno y lo queríamos.